El arreglo del auto de alta gama ronda los 2 millones de pesos y el lugar no quiere hacerse cargo de los daños ocasionados.
Cuando el dueño se presentó en el lugar, le explicaron que uno de los empleados se había resbalado con el jabón al querer mover el auto, que era automático” y lo chocó contra una de las paredes, dejando la parte delantera destrozada.
Acto seguido, empezó una discusión para ver quién se haría cargo de los daños: el dueño contó que su seguro cubre a terceros de forma completa, pero no en este tipo de incidencias. El agravante reside en que, según se pudo comprobar, el lavadero no cuenta con un seguro que lo cubra en este tipo de episodios en el que la responsabilidad es totalmente suya.
La situación empeoró cuando se enteraron que el arreglo rondaría el $1.700.000. “Cuando pude hablar con el dueño, al principio estaba todo en buenos términos. Sin embargo, cuando llevé el presupuesto, me dijo que estaba inflado, que los estaba estafando”, contó Agustín. Además, cuando quiso increpar al dueño del lavadero, este acusó sentirse mal de salud y se retiró.
El hombre decidió buscar en Google reseñas sobre el lavadero y leyó sobre varios clientes que reclamaban que en ese lugar les habían chocado el vehículo y nunca se hicieron cargo de las reparaciones. Además, se negaron a aportar las filmaciones de la cámara de seguridad del sitio.
En el caso de Agustín, el auto tiene daños en el revestimiento de la parrilla, reja central, portador de parrilla, tres rejillas más. Apantallado, pared anterior, canal de ventilación, capó, boca de aspiración, radiador y el condensador.
El dueño del auto y el lavadero tendrán su primera audiencia el 29 de agosto en Tribunales. Agustín pretende, por su parte, que le paguen lo que valen verdaderamente los repuestos.