“Se logró establecer los dichos de las denuncias efectuadas por vecinos de la zona, en el momento exacto cuando empleados de la clínica llevaban del interior de la misma hacia la vereda, bolsas de basura que simulaban contener residuos sólidos comunes, cuando en realidad contenía material patogénico descartado, como jeringas y otros materiales descartables con claros rastros de sangre y otros fluidos“, informaron fuentes oficiales.
El procedimiento comenzó en la vía pública cuando los detectives revisaron la basura e identificaron que en su contenido había material patológico, además de “que se mezclaban los residuos comunes con los hallados, entre otros materiales peligrosos”.
Asimismo, los agentes observaron “irregularidades en habilitaciones y permisos ambientales”, por lo que se decidió clausurar el lugar, con la colaboración de organismos de control del gobierno de la ciudad de Buenos Aires.
De acuerdo a lo dispuesto por la Unidad Fiscal Especializada en Materia Ambiental (Ufema), la Policía Federal labró un acta contravencional a los responsables de la clínica por infracción al artículo 56 del Código Contravencional del gobierno de la ciudad de Buenos Aires y se intimó a la “adecuada disposición final de todos los residuos patogénicos y peligrosos incautados”.