Después del acto de Amado Boudou en la Ciudad, un evento para el que Patricia viajó desde el país azteca, donde ahora volvió a vivir. Vino para acompañar a Amado, pero también para preparar el viaje de la Presidenta a México, donde la recibirá a fin de mes.
Hay mucho intercambio empresarial; los empresarios argentinos encontraron oportunidades de negocios allá y ahora se está dando el movimiento inverso, el de los mexicanos que quieren invertir en la Argentina
De estrecho vínculo con Cristina Kirchner –dicen las fuentes K que la Presidenta la tiene en alta consideración–, pertenece a una familia cuyo apellido contiene una fuerte carga histórica. Un apellido del que ella dice sentirse orgullosa.
“Nací en una familia que me enseño el valor de lo colectivo”, dirá en la charla de contratapa con NU.
Patricia dice bien. Los Vaca Narvaja vivieron la gloria, la muerte, la tragedia, el exilio y la política con una intensidad que atravesó tres generaciones. Su abuelo Jesús fue diputado nacional por el yrigoyenismo. Su padre integró el radicalismo intransigente, en Córdoba, y fue un dirigente político reconocido en su provincia, dos veces presidente del Banco de Córdoba y ministro del Interior durante el gobierno de Frondizi.
Es martes 10 de mayo, por la mañana, y las candidaturas porteñas están al rojo vivo. Hoy cualquier alquimia es posible entre los tres precandidatos kirchneristas que disputan en el distrito. Se sabe que la presidenta quiere a una mujer o a un integrante de la juventud como acompañante de fórmula del candidato porteño.
Vaca Narvaja está en esa grilla femenina, y su nombre suena para secundar al ministro de Economía (a quien ella llama “Amado”), en la eventualidad de que fuera él el elegido para representar al kirchnerismo en Capital entre la tríada de candidatos K. Un trío que, según los sondeos, lidera Daniel Filmus.
Es la hija número diez de los hermanos Vaca Narvaja, que inicialmente eran doce. Nació en el seno de una familia radical, tirando a frondizista, en la que, sin embargo, muchos de sus hermanos tuvieron el permiso para hacerse peronistas, como lo sugerían la mística y los manuales de la época. El más famoso de todos ellos es Fernando, el jefe montonero de los setenta. Pero también está su hermano Miguel, fusilado en el 76. Y Hugo Vaca Narvaja, el padre, que fue decapitado.
–Debe ser todo un stress que vaya la Presidenta al país donde es embajadora.
–No, para mí es un orgullo porque los presidentes no van a cualquier país sino a aquel que consideran importante o estratégico. Ocurre también que México y la Argentina son economías complementarias, por lo cual podemos ensamblar bien las oportunidades comerciales.
–Viendo su historia, usted parece más afín a Filmus que a Boudou. ¿Por qué eligió apostar por el ministro?
–No sé por qué lo decís.
–Porque Boudou, a diferencia de Filmus, es un hombre que viene de la derecha política, se inició en la Ucedé y se vinculó con el Cema, el think tank del neoliberalismo.
–No me parece para nada… Digo, yo lo he conocido como un militante totalmente encuadrado en este proyecto. Y es más, lo he conocido en la Anses, y ahí lo vi como un hombre con una enorme sensibilidad con la gente. Por supuesto, yo no he compartido con él ese pasado. Lo conocí en esta etapa y lo importante es que es un hombre que comparte una misma visión de país. Y, en mi opinión, es quien mejor expresa el proyecto K y el mejor candidato para la Capital, sin duda.