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Con cascos puestos, padres y alumnos de una escuela del barrio de Caballitoreclamaron que el Gobierno de la Ciudad realice el mantenimiento y la poda de los árboles que rodean al edificio de la Escuela N°3 “Primera Junta”, ya que las caída de ramas en dos ocasiones terminaron con la hospitalización de tres mujeres.
Padres, alumnos y docentes de la Escuela N°3 “Primera Junta” del barrio de Caballito realizaron una protesta con cascos en la cabeza para reclamar que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires realice el mantenimiento y la poda de los árboles que rodean al edificio, ya que las caída de ramas en dos ocasiones terminaron con la hospitalización de tres mujeres.
El jueves pasado, la niñera de dos chicos que concurren a la institución, mientras esperaba la salida de los hermanos recibió el impacto en su cabeza de la rama de una palmera, que la dejó inconsciente y que derivó en su internación en el Hospital Durand.
Por suerte la evolución de la mujer fue favorable, pero qué hubiera pasado si caía sobre un niño?, o si se le complicaba el cuadro a ella. ¿Quién se haría cargo?. Estas eran las preguntas que se hacían algunas madres durante el reclamo.
Según nos informaron, ya se han realizado varios reclamos pero la Ciudad le echaba la culpa a la Comuna, y el problema seguía existiendo.
En aquel momento, Camilo Fernández, integrante de la cooperadora, comentó que “Carlos Regazzoni (subsecretario de Gestión Económico Financiera y Administración de Recursos) admitió que desde que se disolvió el área de mantenimiento de espacios verdes para tercerizar ese servicio, nadie se hacer cargo de estos árboles de los de doce escuelas que están en la misma situación.
Otro problema es que como los árboles están en un parque interno y no sobre la vía pública, tampoco se hace cargo el área de Espacios Verdes.
Como solución pusieron un enrejado alrededor del árbol, pero a la altura del piso, lo que no sirve de nada porque si una rama se cae va a caer afuera seguro.
Mientras realizaban el abrazo con sus cascos,de bici, de moto y hasta coladores, los manifestantes juntaron algunas ramas que se habían caído por el viento que había soplado por la noche.
