El pasaje Burgos es una de las pocas calles de Buenos Aires que tienen forma de L. Nace en Juan Bautista Alberdi y hace un codo evitando chocar con un edificio, para terminar a pocos metros en la calle Centenera.
Hubo un hecho que marcó un antes y un después en la vida de este pasaje, y fue la construcción del Mercado del Progreso en 1889. Ya que el mercado marcó un hito en la vida del barrio. Generó empleos para inmigrantes, teniendo como principales clientes a los vecinos de los barrios de Caballito, Flores y Almagro.
Todo sugiere que, a partir del Mercado del Progreso, el pasaje Coronda se convirtió en la clave para resolver el problema de la carga y descarga de mercadería: el transporte ingresaba desde Alberdi y, una vez descargada su mercadería, salía por Centenera. Esta logística perdura hasta la actualidad.
En 2008 se unificó la calzada con la vereda en los pasajes Burgos y Coronda, se reforzó la iluminación peatonal con farolas ornamentales y se renovó el arbolado y el equipamiento urbano. Se les dio una imagen renovada con la nivelación de aceras y calzada y la colocación de bolardos (un tipo de pequeños pilotes) para evitar el mal estacionamiento.
En cuanto al Mercado del Progreso, en la actualidad tiene 17 negocios ubicados hacia el exterior y 174 puestos interiores distribuidos en una superficie de 3600 m2. A la izquierda del área de carga y descarga, hay un ingreso peatonal con rampa por el pasaje Coronda y un estacionamiento cubierto sobre Burgos.