Mañana podrían comenzar a mudarse los primeros manteros que hasta hace unos días se desplegaban en las veredas y bocacalles de la avenida Avellaneda, en el barrio de Flores, a un galpón en Once.
Así, la Ciudad busca avanzar en el proyecto para despejar ciertos puntos conflictivos donde el comercio ilegal se adueñó del espacio público. Los interesados tendrán que registrarse. Una vez anotados, los interesados debían acercarse a la sede de la comuna 7. Allí se corrobora la identidad de la persona y luego se constata la ausencia de antecedentes penales. El comerciante que quiere tener su lugar en el nuevo paseo comercial debe pagar monotributo y tener las facturas que demuestren la procedencia de la mercadería que vende.
Cientos de efectivos de la Policía Federal y de la Metropolitana se agruparon a lo largo de la avenida Avellaneda para impedir la instalación de los puesteros. El operativo tuvo momentos de bastante tensión.
El Gobierno de la Ciudad iniciaba así el ofrecimiento a los vendedores de un lugar alternativo donde instalarse para realizar sus actividades. Se trata de un galpón que era utilizado como estacionamiento por la Operadora Ferroviaria Sociedad del Estado (Sofse) en la calle Perón al 3000, entre Ecuador y Jean Jaurès, en Once.
Ya fueron instalados 81 puestos que están ubicados en stands uno al lado de otro contra la pared. Del lado de afuera se asentarán alrededor de 200 comerciantes. El horario de funcionamiento del predio será acordado con los vendedores que trabajen allí.
El objetivo del gobierno porteño es proponerles a los vendedores una opción para mudarse y seguir ejerciendo la actividad, aunque esta vez bajo normas reguladas y adheridos a un marco legal. No todos estén de acuerdo con esta mudanza.