María Fernanda era empleada del rectorado de la universidad pública y tenía una moto a su nombre, que su pareja utilizada para robar supermercados chinos.
Sí, hermosa historia de amor.
Héctor procedía a asaltar supermercados en el momento de pagos a proveedores, cuando más efectivo se manejaba. Amenazaba con un arma, mientras sustraía el dinero y después se escapaba con la moto de Fernanda.
Héctor Corrocino ya había sido procesado anteriormente por el robo de $22.ooo, pero esta vez el motín fue de $30.ooo en un supermercado de Villa del Parque.
Al ser la moto propiedad de Fernanda, ella fue considerada parte del plan y fue procesada sin prisión preventiva como partícipe necesaria del delito de robo agravado con armas de fuego. El fallo ya fue confirmado.
Los antecedentes de Corrocino son bastante contundentes. En 2016 su cómplice, Ariel Santos, murió intentando escapar en moto cuando fue sorprendido por un policía. Esta vez y después de reincidir varias veces, esperemos que pase un buen tiempo tras las rejas.