Los economistas señalan que a pesar de una mayor oferta de billetes verdes prevista para el año que viene gracias a una cosecha récord y menores pagos de deuda, los controles se mantendrían o incluso podrían incrementarse. Así, se seguiría pagando más caro por un dólar “financiero”.La Presidenta defendió el tipo de flotación administrada del gobierno, que “permite a la industria seguir sustituyendo importaciones”. Y luego advirtió: “no quiero hablarles de la arbitrariedad que tiene el sector primario porque creo que a todas luces no merece la soja volando por los aires, el maíz también, en fin, todos los commodities y los alimentos en general, en realidad, me relevan de mayores explicaciones”.
En mayo El Cronista Comercial publicó que Axel Kicillof estudiaba la instalación de numerosos tipos de cambio para la economía: uno para sector industrial, otro para el financiero, otro para el turismo, y así.
Lo cierto es que desde que iniciaron los controles cambiarios en octubre pasado, el Banco Central ha ido restringiendo la adquisición de divisas al público, primero en cantidades, hasta que en mayo de este año directamente se restringió el acceso al público por completo a la divisa norteamericana. Así, el dólar “blue” sufrió una disparada y terminó estabilizándose en niveles notoriamente superiores a los que se consigue el oficial.
Esto permitirá una mayor liberación de importaciones para la industria. Además, hay que tener en cuenta que el gobierno aceleró el ritmo de devaluación del peso, que según pronostican desde este estudio llegaría a unos $4,90 a fin de año.
Esto, en los hechos, es como tener un mercado desdoblado, porque el dólar paralelo está en unos $6,40, mientras que el oficial está destinado para quienes quieran exportar e importar.
Con el desdoblamiento se podría desactivar las especulaciones en el mercado paralelo, descomprimiéndolo.
Hoy en día, la industria está protegida por las trabas a las importaciones más que por el tipo de cambio. El precio de los commodities es lo que permite mantener el actual tipo de cambio y su paulatino ritmo de devaluación.
Al tipo de cambio actual, sería imposible para la industria competir en caso de la economía se abriera a las importaciones. Por eso las trabas de Moreno son clave para que el sector pueda seguir subsistiendo.
Mientras tanto, el gobierno avanzó contra los turistas que viajan al exterior, encareciendo las compras con tarjeta de crédito y débito un 15%. Con lo cual, una de las patas del proyecto de Kicillof ya estaría desarrollándose.