En un fin de semana electoral que dejó a un país entero paralizado, las quejas sobre fraudes no pararon de circular en las redes sociales.
Entre urnas abiertas, falta de boletas y quejas por recuentos erróneos, un caso completamente sorprendente llamó la atención de todos.
Una mujer no pudo votar en el Instituto Orsino, porque al llegar a su mesa vió que alguien más había votado en su lugar. Inmediatamente pidió la anulación de la mesa, pero lo único que logró conseguir fue un papel firmado donde se explicaba lo que había sucedido.
Esto es un PAPELÓN, y uno mas entre 150 denuncias sólo en Buenos Aires, sin contar todas las situaciones similares que se vivieron en otras provincias.
Da vergüenza tengamos que elegir a nuestros representantes en medio de tanta falta de respeto.