La Agencia de Control Gubernamental porteña (AGC) clausuró un local por permitir el acceso de menores a contenidos pornográficos.
El ciber-locutorio se encontraba en Armenia al 2300, frente al colegio Martín Buber, situación que se encuentra prohibida en el Código de Habilitaciones de la Ciudad. En su interior los inspectores de la AGC y personal de la Policía Metropolitana comprobaron que varias computadoras no tenían los filtros antipornográficos activados reglamentarios.
Además, al momento de la inspección en el lugar se encontraban cuatro menores sin compañía de adultos y fuera de horario permitido, que usaban maquinas que no tenían los filtros antipornográficos activados.
El local, que no cuenta con la habilitación correspondiente coexistía con otra actividad comercial (kiosco), donde los funcionarios del gobierno de la Ciudad constataron que en una de las heladeras había cerveza para la venta. En el 2011, este establecimiento había sido clausurado por similares motivos.