El 23 de junio de 1890 nacía Luis Perlotti en Buenos Aires. Hijo de su padre zapatero y su madre modista. Luis trabajó en varias fábricas, como la cristalería Rigolleau.
Luego, en una ebastinería aprendió el oficio mientras asistía a los cursos nocturnos de dibujo en Unione e Benevolenza y a los talleres de la Asociación Estímulo de Bellas Artes. En este último preparó su ingreso a la Academia Nacional.
Allí tuvo como maestros a Pío Collivadino, Pablo Ripamonti y a Lucio Correa Morales en escultura. En la academia realizó pequeñas obras y bustos por encargo, entre ellos “El tambor de Tacuarí” y un par de efigies de Sarmiento encargadas por el Colegio Militar y la Escuela Naval.
De esta manera, pudo vincularse con un grupo de artistas, como Benito Quinquela Martín, e ingresó en el Ministerio de Agricultura. Aquí cumplió funciones de dibujante y tallista preparando el muestrario para la exposición que se realizaría al año siguiente en California.
Ya en esta situación conoció a Eduardo Holmberg y Juan B. Ambrosetti, quienes lo alentaron a estudiar las tradiciones y la historia nativa americana, inclinación que también le fomentó el escritor Ricardo Rojas.
Su amistad con el perito Moreno hizo que empezara a tener pasión por la ilustración de temas autóctonos. Moreno se convirtió en una de sus fuentes informativas acerca de la vida, costumbres, tradiciones y cultura de los indígenas. Comenzó a recibir encargos diversos, tanto de instituciones como de particulares, en forma regular e inició la labor docente.
Falleció el 25 de enero de 1969 en Punta del Este, Uruguay, en un accidente automovilístico.
Sobre el museo que lleva su nombre:
. Perlotti deseaba que su casa taller fuera un museo.
. En 1948 adquiere la propiedad de la calle Pujol 642/4 y comienza el rediseño de la vivienda con este fin.
. Dos amplios salones fueron destinados a la exhibición de sus obras terminadas y a la biblioteca. En la entrada al patio principal colocó dos grandes murales en hierro esmaltado hechos por su amigo Quinquela Martín. En el resto de las paredes colocó su obra de temática indigenista y gauchesca: El tirador de honda, la danza de los cóndores, la leyenda de la flor de Irupé. Y ocupo la galería con las esculturas de bulto: la Danza de la flecha y el Despertar de la Raza, entre otras.
. En 1954 Perlotti comenzó a realizar una serie de visitas guiadas que él mismo organizaba, con el propósito de convocar a la comunidad barrial y acercarla al arte y a su obra.